Tipos de instalaciones eléctricas
Las instalaciones eléctricas son aquellos conjuntos de circuitos eléctricos cerrados que se emplean para trasladar la energía eléctrica, de tal forma que eso permita la realización de distintos procesos, funciones y actividades. Aunque hay diferentes tipos de instalaciones eléctricas de acuerdo con su tensión o con su uso, todas coinciden en que su principal cometido es el traslado de la energía eléctrica hasta los elementos consumidores partiendo de los elementos productores. A continuación detallaremos cuáles son las diferencias entre esos distintos tipos de instalaciones.
Instalaciones eléctricas de alta tensión
Las instalaciones eléctricas de alta tensión son utilizadas, en su mayoría, por la industria. Entran dentro de esta clasificación aquellas instalaciones que son capaces de generar, distribuir, transportar y transformar energía eléctrica con tensiones superiores a los 1.000 o 1.500 voltios. La tensión, a diferencia de lo que sucede con otro tipo de instalaciones eléctricas, se genera por fuerza motriz y puede provenir de centrales nucleares, termoeléctricas, parques eólicos o fotovoltaicos.
Instalaciones eléctricas de baja tensión
Las instalaciones de baja tensión son las que generan o distribuyen energía eléctrica para el consumo propio de los clientes finales, aunque la definición se hace extensible a las receptoras de corriente alterna que sea igual o inferior a 1000 voltios y de corriente continua que sea igual o inferior a 1500 voltios.
Instalaciones generadoras
Las instalaciones generadoras son aquellas que se caracterizan por, a partir de otras formas de energía, originar una fuerza electromotriz, lo que se traduce en energía eléctrica. Para el transporte de la corriente alterna desde el lugar en el que se genera hasta el lugar en el que se consume, como por ejemplo ciudades o plantas industriales, y que pueden estar a muchos kilómetros de distancia, emplea líneas de transmisión de alta tensión.
Instalaciones de transporte
Se denominan instalaciones de transporte a aquellas líneas eléctricas que se conectan con el resto de las instalaciones eléctricas en cada caso. Si están instaladas en galerías y zanjas se las conoce como subterráneas, aunque también pueden ser aéreas, con los conductores instalados sobre apoyos.
Instalaciones transformadoras
En este tipo de instalaciones, la energía eléctrica adquiere unas características propias distintas a las originales, después de modificar una serie de parámetros. Es el caso de los centros de transformación, como subestaciones eléctricas de distribución o subestaciones eléctricas de transmisión, en los que se modifica la tensión. Aumentándola o reduciéndola se logran usos más seguros de transporte, hasta llegar a alcanzar tensiones desde 6 kV hasta 34 kV.
Instalaciones receptoras
Tanto las casas particulares como los diferentes edificios de uso industrial o comercial emplean este tipo de instalaciones receptoras, que por otra parte son las más comunes. Al contrario que las instalaciones generadoras, transforman la energía eléctrica en otros tipos de energía para su uso común. Las instalaciones eléctricas receptoras cuentan con cinco partes diferenciadas.
Se denominan instalaciones de transporte a aquellas líneas eléctricas que se conectan con el resto de las instalaciones eléctricas en cada caso